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Por último, hicieron como que se determinaban, y, previos algunos cumplidos de la mamá, que salió á la ventana á saludarnos y darme gracias por un favor que yo recibia, nos despedimos, llevando yo por compañera para toda la noche á la mas hermosa de la trulla. Si no pocos guerreros deben una parte de su gloria á la fogosidad de un caballo, que les condujo á su pesar al encuentro del enemigo, yo debo unas cuantas horas de placer á la mansedumbre del que montaba aquella noche. ¿Quién espresaria con toda su intensidad lo que siente un jóven de diez y ocho años durante una conversacion tenida por lo bajo, y en que á cada paso choca con él un cuerpo que su imaginacion le pinta con los mas voluptuosos atractivos, que á cada palabra tiene que volver la cabeza, percibiendo entonces en su rostro el hálito de una respiracion agitada por el movimiento y las emociones mas vivas, y aspirando al mismo tiempo el perfume que despide una hermosa cabellera negra prendida con olorosas flores de los trópicos?

No tardamos en llegar á la primera casa; echamos pié á tierra, y nos colocamos reunidos al principio de la escalera: una música campestre acompañó á los que entonaron el aguinaldo nuevo, cuyos versos eran de uno de los cantores, y que se reducian al saludo de costumbre á los amos de la casa y á desearles toda clase de prosperidades, si nos daban dulces, manjar blanco, buñuelos y otras mil cosas. Concluido el canto, apareció la familia en lo mas alto de la escalera, bajóla el