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Pero que es todo mieles ese dolor, que es todo
Un beso a las estrellas, un inefable modo
De clavarse en los ojos una embrujada espina
Que al doblar las visiones destruye la retina.


No me mires así, no me mires, amado...
Me muero de dulzura bajo el brillo dorado
De las pepitas de oro que tienes en los ojos,
Prefiero que me mires con fingidos enojos.


No me mires así, no me mires, te ruego,
Se tuerce de tal modo tu sentir en mi fuego
Que yo me desvanezco, como si destapara
Un frasco de perfumes bajo la luna clara.


Porque si un día y otro te apoderas de mí,
Si siempre que me miras me torturas así,
No extrañes que en tus brazos, alguna noche, amado,
Me duerma para siempre como un pájaro helado.


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