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EL DULCE DAÑO
Me ha picado una abeja; me ha picado una abeja;
Estaba acurrucada; blanco lirio era yo;
Dulcemente ondulaba sobre rosa bermeja,
Y luego, traicionera, por blanca me picó.
Mañosa de las mieles, en sus artes añeja,
La bella picadora tras las dalias voló.
Me ha picado una abeja; me ha picado una abeja;
Estaba acurrucada; blanco lirio era yo.
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