donde estudió inglés, francés, geografía, historia antigua y moderna, música, dibujo y manejo de las armas [1]. Allí permaneció desde mediados de abril de 1795 hasta, aproximadamente, septiembre u octubre de 1798.
El ambiente en Richmond era agradable y el joven chileno pudo alcanzar buenos resultados en sus estudios e igualmente gratas relaciones con sus profesores y compañeros. Sin embargo, los problemas con los encargados de pagar su pensión en el colegio, los conocidos relojeros Spencer y Perkins [2], y con su apoderado de la Cruz [3], hicieron que Ber nardo regresara abruptamente a Londres, donde fue acogido en una capilla católica en York Street N° 38, a pocas cuadras del domicilio de Francisco Miranda, en Great Pulteney Street, a quien aún no conocía [4].
Cuando se conocieron, Francisco de Miranda tenía cuarenta y ocho años y Ber nardo, veinte. En enero de 1798, Francisco de Miranda, deportado por el Directorio francés de 1795, se había embarcado desde Calais (Francia) hacia Dover, ciudad puerto al sureste de Inglaterra. Estaba convencido que había llegado el mejor momento para establecer un acuerdo con el gobier no inglés a favor de las colonias hispanoamericanas. Francia y España, las dos potencias que habían ayudado a los Estados Unidos para liberarse del dominio inglés, estaban coaligadas contra Inglaterra. Cabía la posibilidad de un pacto semejante al que había habido entre Francia y los Estados Unidos, esta vez, entre Inglaterra y los patriotas sudamericanos. Miranda y los hispanoamericanos cercanos a él estaban dispuestos a ofrecer una de las provincias de la “Colombeia” [5] a cambio de una ayuda material por parte de Inglaterra estimada en 30 millones de libras esterlinas, con el fin de iniciar las operaciones en pro de la independencia de la América hispana. En la idea de Miranda estaba incluir también en esta alianza a los Estados Unidos [6].
El primer ministro William Pitt —el Joven—, que había conocido a Miranda en su segunda estadía en Londres en 1790, con estas mismas inquietudes, accedió en recibirlo. Ahora, el venezolano se presentó como representante de los pueblos de América y le entregó una copia del Acta de París.
Aunque algunos historiadores lo ponen en duda, el año 1797, se habría constituido en París una Convención, presidida por Francisco de Miranda, de diputados de las provincias de México, Perú, Chile, La Plata, Venezuela y Nueva Granada con el fin de recaudar fondos para la empresa independentista. Se habla del peruano José del Pozo y Sucre y del chileno Manuel José Salas, además, de Pablo de Olavide y del cubano Pedro José Caro que
- ↑ de la Cruz, op. cit, p. 17. “Carta a don Ambrosio O’Higgins de 28 de febrero de 1799”.
- ↑ Ibíd. pp. 15-17. “Carta a Nicolás de la Cruz, 1° de octubre de 1798”.
- ↑ Archivo Nacional, op. cit. Tomo I, pp. 7-8 y de la Cruz y Bahamonde, op. cit., p. 82.
- ↑ Arancibia Clavel, Roberto. “Tras la huella de Bernardo Riquelme en Inglaterra 1795-1799”. Instituto Geográfico Militar, Santiago de Chile, 1995, pp. 53 -57.
- ↑ Nombre dado por Miranda a la unión de los países hispanoamericanos liberados de España.
- ↑ Dietrich, Wolfram. “Francisco de Miranda”. Editorial Ercilla, Santiago de Chile, 1942, pp. 212-213.