Página:El Cristo de Velázquez. Poema de Miguel de Unamuno (1920).djvu/35

Esta página no ha sido corregida

El Cristo de Velázquez

donde el sol reverbera sin estorbo,
de tu cuerpo, que es cumbre de la vida,
resbalan cristalinas aguas puras,
espejo claro de la luz celeste,
para regar cavernas soterrañas
de las tinieblas que el abismo ciñe.
Como la cima altísima, de noche,
cual luna, anuncia el alba a los que viven
perdidos en barrancos y hoces hondas,
¡así tu cuerpo níveo, que es cima
de humanidad y es manantial de Dios,
en nuestra noche anuncia eterno albor!

XIII

ROSA

Como la rosa del zarzal bravio
con cinco blancos pétalos, tu cuerpo,
flor de la creación; sangriento cáliz

33