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Ocupaba su atencion
Por mi genio, mi figura,
Y el aquel que Dios me dió?
¿Y son esos los efectos
De la vehemente pasion
Que digiste que al mirarme
En tu pecho se encendió?
Mas no, que eso es imposible,
Eso es demasiado atroz;
No lo concibe mi mente,
Ni es propio de hombres de honor,
Como lo es mi Paco amado,
Mi serafin, mi pichon,
Mi vida, mi alma, mi cuerpo,
Mi consuelo en el dolor,
Mi almuerzo, comida y cena......[1]
Mas ¡ay! ¿qué digo?... Perdon
Mi compañero de juegos
De los que inventó el amor,
Que al llamarte comestible
El labio no reparó
Que nada hay en este mundo
Que admita comparacion
Con mi Paco, á quien aguardo
Mientras mas pronto mejor.
No desoigas mis lamentos,
- ↑ Dios nos libre de semejante pasión!
