que las armas españolas han regalado á sus vecinos de allende el Pirineo la hegemonía sobre el imperio de Annam, la costa del golfo de Tonkin y el reino de Cambodje. Sólo falta Siam para tener el protectorado sobre toda la India Transgangética.
A rumbosos no nos gana nadie.
Amanece el día 14, levamos ancla, y Norte arriba del mar de la China, bordeamos la isla de Hai Nam, enfilada al canal de Formosa, y fondeamos el 17 á las nueve de la noche, en la rada de Hong-Kong, colonia inglesa del Celeste Imperio.
Y terminados aquí los treinta y ocho días de navegación, en que á escape hemos visitado lo que nos salía al encuentro, hagamos alto y empecemos á tratar detenidamente de los usos, costumbres, ceremonias y fisonomía del pueblo chino, así como del aspecto de las principales poblaciones del pais de Confucio.