Página:El Anacronópete - Viaje á China-Metempsícosis (1887).pdf/177

Esta página ha sido corregida
173
el anacronópete

delillos en los que de distancia en distancia había nudos que á primera vista dejaban comprender por sus combinaciones que no habían sido hechos al azar. El sabio dió un grito de asombro.

—¡Cordeles!—dijo Juanita.—¿Hombre, y no le dan á usted ganas de ahorcarse?

—Silencio, profana.

—Siquiera propínese usted con ellos una docena de disciplinazos.

—¿Sabes tú lo que es esto?