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el anacronópete
momia no es sino la desgraciada consorte del emperador Hien-ti.
Y dirigiéndose estaba ya al sarcófago, cuando un nuevo golpe más formidable que los otros hizo saltar los goznes de la caja, y una hermosa mujer en toda la lozanía de la juventud salió de aquel lecho de muerte.
—¡Sun-ché!—gritaron todos los chinos reconociéndola y prosternándose ante la maravillosa aparición.
—¡La emperatriz!—repitieron los atónitos expedicionarios.
Juanita no decía nada; pero en conciencia empezaba á sospechar que los sabios no eran tan estúpidos como ella se figuraba.