Página:El Anacronópete - Viaje á China-Metempsícosis (1887).pdf/110

Esta página ha sido corregida
106
enrique gaspar

mento es enseñar el origen de las cosas y las transformaciones sufridas en el curso de las edades. Dios es considerado en ella como la piedra angular sobre que todo descansa. Es á un tiempo mismo Ly y Tao (razón y ley) y como tal se revela á la inteligencia humana.

Lao-tseu, guiado por una sabiduría apacible, enseñó á despreciar las pasiones, á elevarse sobre todos los intereses, grandezas y glorias terrenales, recomendando hacer abnegación de sí propio en beneficio de los demás y humillarse para ser enaltecido: lenguaje que recuerda la humildad y la caridad de la doctrina del Salvador.

Todo el tesoro de su inteligencia lo encerró en su obra titulada Tao-té-King. King significa que el libro es clásico: Tao y son las palabras porque empiezan las dos partes de que consta su tratado y que, como sucede con el Pentatéuco, le han servido para darle el nombre. Ambos títulos reunidos quieren decir Libro de la razón suprema y de la virtud.

He aquí un fragmento que confirma que, ante el espectáculo de las desgracias de su patria, en vez de aspirar á una reforma, como Confucio lo hizo más tarde, Lao-tseu se aisló, exhortando al hombre á buscar el bien supremo en la soledad ascética y haciéndolo consistir en la calma absoluta:

«El hombre, dice, debe esforzarse en obtener el último grado de incorporeidad á fin de conservarse tan inalterable cuanto le sea posible. Los seres aparecen en la vida y cumplen sus destinos: nosotros contemplamos su renovación sucesiva por la cual cada uno de ellos vuelve á su origen. Volver á su origen significa ponerse en reposo; ponerse en reposo es restituir su mandato; restituir su mandato es hacerse eterno. El que sabe hacerse eterno es iluminado; el que no, se convierte en víctima del error y de todas las calamidades.»

Esta moral, que podemos llamar pasiva, fué exage-