Miércoles 16 de marzo de 1831. *
Esta mañana, media hora en casa de Goethe. Tenía el encargo de comunicarle la noticia de que la gran duquesa había decidido hacer a la Dirección del teatro un donativo de mi táleros, que se dedicarían a la educación de muchachos de talento. Esta noticia le proporcionó a Goethe, que tiene gran interés en la prosperidad del tea- tro, un gozo visible.
Luego tenía encargo de tratar con él acerca de un proyecto de diversa índole. La gran du- quesa había concebido el propósito de hacer ve- nir a Weimar al mejor de los escritores alema- nes actuales, que, careciendo de patrimonio y empleo, tuviese que vivir exclusivamente de los productos de su talento; así le proporcionaría. una desahogada posición, que le permitiera de- jar que madurasen tranquilamente sus obras, hasta conseguir la máxima perfección, para no verse en el triste caso de tener que trabajar superficial y apresuradamente, obligado por la necesidad, en daño de su propio talento y de la literatura en general.
"La intención de la gran duquesa-repuso Goe- the es verdaderamente digna de una princesa y me inclino ante la nobleza de sus sentimien- tos; pero será muy difícil hacer una elección acertada. Los mejores de nuestros escritores dis- frutan ya de una posición desahogada por em-
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