obras dramáticas, muestra el color personal del autor, y nunca llegué a olvidar que era un pari- sién, un francés el que escribía. Ni aun en los argumentos extranjeros se sale de Francia y Pa- rís. Se está completamente rodeado de los de- seos, necesidades, conflictos y fermentaciones del día."
"Tampoco Beránger-dije, por vía de ensayo- ha hecho otra cosa sino describir sentimientos y pasiones de la gran ciudad y de su propia alma." "Pero Beránger es un hombre-replicó Goe- the cuya alma es digna de manifestarse. Tiene el temple de las grandes personalidades. Es una naturaleza ricamente dotada, sólidamente cimen- tada en sí misma, fruto de su propio desarrollo, y en total armonía consigo mismo. Nunca ha pre- guntado: ¿Cuál es la moda del tiempo? ¿Qué es lo que produce efecto? ¿Qué le gusta al público? Ni tampoco ha preguntado qué hacían los demás, para luego imitarlos. Su obra ha brotado toda del núcleo de su propia naturaleza, sin preoeu- parse de los deseos del público o de algún parti- do. Ciertamente, en algunas épocas peligrosas, ha escuchado la voz del pueblo, sus deseos y aspi- raciones; pero esto no ha hecho más que afirmar- le en sí mismo, porque pensaba que su alma es- taba en armonía con la del pueblo, y no le ha inducido nunca a manifestar lo que no se alber- gase ya en su propio corazón.
"Ya sabe usted que, en general, no soy amigo de las llamadas poesías políticas; pero las de Be- Busca Writing Expe