vivo interés que se toma por los progresos de la literatura y por el desarrollo de la humanidad es para producirme alegría, y doy gracias al cielo, como de un señalado favor, el haber recibido hoy precisamente esta carta."
Luego hablamos del teatro y de la poesía dra- mática. "Gozzi-dijo Goethe-, afirmaba que sólo hay treinta y seis situaciones dramáticas. Schiller se esforzó en hallar más, pero no pudo encontrar ni siquiera tantas como Gozzi."
Esto nos llevó a hablar de un artículo del Glo- be, una recensión crítica de Gustavo Wasa, de Arnault (1). El procedimiento seguido por el crí- tico le produjo a Goethe gran placer, y lo aplaudió sin reserva. El crítico se había contentado con men- cionar todas las reminiscencias del autor, sin ata- carle a él ni a sus principios poéticos. El Temps -agregó Goethe-no ha sido tan sensato en su crítica. Le señala al poeta el camino que debió ha- ber seguido. Este es un gran defecto, pues con ello no se consigue corregir al autor. No hay nada tan estúpido como decirle a un poeta: Esto debías ha- berlo hecho así, y esto otro, de este modo. Hablo como hombre experimentado. Nunca se hará de un poeta una cosa distinta de lo que permiten las cua- lidades que la Naturaleza ha puesto en él. Si le for- záis a ser de otro modo, le aniquilaréis. Mis amigos los señores del Globe lo hacen muy cuerdamente, como he dicho. Insertan una larga lista de todas las
(1) El drama de Arnault se llama en realidad Gustavo Adolfo. Zdenek de Cam