Página:Eckermann - Conversaciones con Goethe - Tomo III (1920).pdf/268

Esta página no ha sido corregida
266
 

siempre, y aun conserva, su escritura alemana. El manuscrito era muy limpio; había páginas enteras sin una sola corrección, de manera que más bien parecía una copia que un primer esbo- zo rápido.

Según nos dijo, sus primeras obras están to- das escritas de su puño y letra, incluso el Wer- ther, cuyo manuscrito se ha perdido. Más tarde lo ha dictado casi todo, y sólo poesías y bocetos están escritos por él. Con frecuencia, no se ha preocupado de hacer sacar copia de una obra nueva; muchas veces ha entregado al acaso las más preciosas producciones, enviando a Stuttgart, a la imprenta, el único ejemplar que poseía.

Luego que hubimos contemplado suficientemen- te el manuscrito del Berlichingen, nos mostró Goethe el original de su Viaje a Italia. El ma- nuscrito de estas observaciones y notas, escritas a diario, ofrece las mismas buenas cualidades que la de su Götz. Todo esto es decidido, firme y se- guro; no hay nada corregido, y se ve que el es critor tenía ante su alma, claros y frescos, los detalles de sus anotaciones momentáneas. Nada en ellas es distinto y mudable, excepto el papel, que era de diverso tamaño y color en cada ciu- dad en que el viajero se detenía.

Al final de este manuscrito había un ingenioso dibujo a pluma, de Goethe, un apunte de un abo- gado italiano, vestido con su traje profesional, hablando ante el Tribunal. Era la figura más curiosa que pueda imaginarse, y su traje tan lla- Bites de gra