Sábado 21 de septiembre de 1822. *
Esta noche en casa de Goethe, con el consejero de corte Meyer. La conversación versó principal- mente sobre temas de Mineralogía, Química y Fí- sica. Parecieron interesarle particularmente los fe- nómenos de la polarización de la luz. Me enseñó algunos aparatos, la mayor parte construídos se- gún sus indicaciones, y expresó deseos de hacer conmigo algunos experimentos.
A medida que la conversación avanzaba, Goethe se hacía más libre y comunicativo. Estuve más de una hora, y al despedirnos se mostró muy afectuo- so. Su figura puede llamarse aún hermosa; su fren- te y sus ojos son particularmente majestuosos. Es alto y bien formado, y tiene un aspecto tan robus- to, que no se comprende cómo hace años ha podido declararse demasiado viejo para asistir a las re- uniones de la corte.
Martes 24 de septiembre de 1822. *
Pasé la noche en casa de Goethe, con Meyer, el hijo de Goethe, la señora de Goethe y su médico, el consejero de corte Rebhein. Goethe estaba hoy particularmente animado. Me mostró unas magnífi-