zampoñeros acompañados de ejecutantes de bombo, caja y platillos y cuyos dos diablos tienen la indumentaria más abigarrada de todos estos personajes de contraste, propios de las fiestas rituales de la provincia de Tarapacá.
La coreografía posee los mismos caracteres básicos que la perteneciente a la Festividad de La Tirana, aseveración también aplicable a las diversas clases de cánticos, tanto en su forma musical como en su texto poético, con las naturales alusiones de este último a la Virgen homenajeada, a la geografía local y a las condiciones de los participantes:
- ya me voy de tu santuario;
- dame luz divina y santa,
- Madre mía del Rosario.
En cuanto al origen de este complejísimo fenómeno folklórico, la tradición oral lo remonta a mediados del siglo XVII, época en que se sitúa la primera romería, causada por la aparición de la Virgen. Una