características de su contenido:
"Reina y Madre Candelaria,
aquí venimos llegando;
bandera, flauta y tambor,
hoy te vienen saludando."
"Recíbenos, Candelaria,
recíbenos, por favor,
somos tus fieles romeros
que adoran tu altar mayor".
Otras expresiones cantadas están en la línea de los himnos eclesiásticos, y son especialmente escuchadas durante el desarrollo de la procesión, el día final de la fiesta. Entre ellas encontramos composiciones tan conocidas en Chile, e indudablemente ya folklorizadas, como la que comienza con la estrofa
"¡Oh María, Madre Mía
oh, consuelo del mortal;
amparadnos y llevadnos
a la Patria Celestial."
Los antecedentes históricos de este hecho religioso folklórico se evidencian desde fines del siglo XVIII, época en que los actos en honor a la Señora de Atacama se concretan en una peregrinación y en un ritual bien definidos, perpetuados hasta nuestros