índice de medición básica de la frena lo proporciona el bocado, cuyo largo normal es de 4, 4,25 o 4,5 pulgadas.
La ornamentación también se hace presente en esta especie artesanal folklórica, utilizándose en las argollas y patas motivos geométricos simple, y rayas en distintas direcciones para adornar las coscojas, prevaleciendo para estos efectos el enchape de níquel.
La frena goza de gran aceptacuón actual en todo tipo de actividades ecuestres, por ser firme, liviana y segura, sin desmedro de la integridad física y de la docilidad de los animales, empleándosela con mucha eficacia en las últimas etapas del delicado oficio de arreglador.
La evidente ascendencia hispánica de este pieza del apero, ha ido paulatinamente adaptándose a los materiales de construcción, morfología y funciones criollos que hoy están bien establecidos, y nos permiten afirmar la existencia de una frena chilena, llevada a su más alto grado de perfección artesanal, a comienzos de siglo, en la localidad de Malloco, provincia de Santiago.
Bibliografía
Lago,
