, la zampoña de 8 tubos toman los nombre de contra-lico, cuando se trata de pequeñas; y de contra-zanjas, en el caso de las grandes. En la localidad de La Tirana, y bajo el nombre de pusas, las zampoñas se denominan, según el número de sus cañas: pusa hembra (la de 6); pusa macho (la de 7) y pusa marimacho (la de 8); mientras que las de mayor tamaño conservan su nombre de zanjas.
Las zampoñas son aerófonos tubulares de soplo y de filo y pertenecen a la familia de las flautas de Pan o juegos de tubos simples y monófonos, de diferente sonido, verticales y sin canal de insuflación. Por otra parte, todos los tubos del instrumento forman un solo cuerpo. Debido a la peculiar afinación de sus tubos, no se pueden ejecutar melodías completas en un solo instrumento, sino por lo menos entre dos de ellos. Las alturas sonoras de los distintos tubos se ordenan por intervalos de tercera mayor y menor, lo que, tubo por medio, produce intervalos de quinta aproximadamente justa. En la práctica, los intervalos antedichos, medidos con instrumentos de precisión, acusan apreciables fallas de afinación, provocadas por el rústico sistema de construcción que se emplea. Las antiguas zampoñas se construían de los materiales más diversos tales como caña, piedra, madera, arcilla y metal. En la actualidad, se construyen exclusivamente de caña. El timbre del instrumento posee un carácter misterioso y susurrante, que adquiere una gran nobleza y originalidad, al tratarse de un conjunto o banda de zampoñas o de sikuris.