de una espléndida presencia
y tiene mucha experiencia
en las cosas del amor.
Se ofrece al mejor postor
como se vende el atún;
toma siempre cachantún
y como es guapa y es bella
y todos comen con ella,
le llaman la olla común.
Con el Credo en la boca
Era celosa la Dina
y Rafael -que era guapo—
hasta con monas de trapo
le jugaba la talquina,
Y le dijo una vecina:
"Pillarlo ahora te toca;
se encerró con una loca;
mira por el hoyo aquél".
Y la vió con Rafael
¡y con el credo en la boca!
El que quiere celeste
Era bella y agraciada,
arrogante como diosa,
pero por dentro la cosa
estaba más que averiada.
Porque con una pasada
que le hizo un ñato a esa mina
quedó convertido en ruina
y dijo: esto es peor que peste,
porque ahora la celeste
exige penicilina.
Un tropezón cualquiera
Sola iba por un camino
y le salieron seis ñatos
que por pasar buenos ratos
le arruinaron su destino.
Vió alejarse a los cochinos
después de su sucia escena,
y reprimiendo su pena
dijo con voz lastimera:
un tropezón da cualquiera,
pero no media docena.
Cambalache
Es un roto "amarditao",
cambia plantas por ropita,
y cierta noche a la Rita
la fue a ver medio curao.
Se le botó a enamorao
y ardiente como una fragua,
sacándole las enaguas,
le dijo con embeleso:
si Ud. me regala un beso,
yo le regalo una guagua.
Atleta Marisol
Futbolista y corredor,