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silla acopian sudaderos, matras, bajeras, sobrepelos, jergas, peleros, jergones, caronas, caronillas e hijares; y encima acumulan pellones, cojinillos, redoblados con el pegual, el cinchón, la sobrecincha, las encimeras y los correones.

Este despliegue de materiales, integrantes del aparejo, facilita un símil aclaratorio con los avíos propiamente chilenos que ostentan dos modelos característicos de la montura guasa, muy difundidos en el Valle Central. Pertenecen a la ejemplar "silla de copa", en la cual el trozo de lona firme denominado "pelero" (sudadero) cubre el lomo de la cabalgadura, soportando la "camada" de uno o varios "pañetes" (mandiles, abatanados). Sobre ese conjunto gravita el "casco" (armadura, enjalma), de madera, fierro y suela, pero forrado con cuero y charol en las partes visibles, integrando el alma de la montura con las prominencias, delantera y trasera, llamadas respectivamente "cabecilla" y "copa". Aún deben sobreponerse los "pellones" (cueros de corderos, a veces ribeteados con cuero), algo cubiertos por la "pellonera" en carpincho o gamuza y el "tapacinchón" que oculta el correaje donde se amarran las cinchas. Los estribos van unidos al casco por las aciones (arciones, arcioneras) y en la parte posterior sobresalen el lazo y el correspondiente "tapalazo" o "niñito". Cruzan del tapacinchón a la copa las correas llamadas "apretadores". Bolsas bordadas (prevenciones) se sujetan entre el casco y los pellones.

Son muchos los elementos imprecisos del aparejo usados indistintamente por el guaso del agro, el arriero de los confines norteños y sureños, los jinetes araucanos y chilotes y los "puesteros" magallánicos. El alma de la montura - desde la mas ostentosa a la más elemental - si