de los juguetes (madera, género, paja, metal) con los simples modelos de rigor, burdamente pintados. Con mayor curiosidad se hacen, en madera u hojalata, los pequeños mueblajes, cunitas, casitas, barquitos y las sempiternas carretas y guitarras. Es la "muñequería" la más varia afición de los artesanos, prodigándose en toda suerte de materiales y no desdeñando las máscaras y recios sombreros.
En el papel y el cartón poco se ha discurrido, fuera de los útiles y envases, exceptuando también la encuadernación de lujo o con aplicaciones, propiamente manuales, en ejemplares de la más suntuosa calidad y acabado. Abundan, igualmente, los amuletos, o mas bien, los recuerdos de festividades o ceremonias y las tarjetas ilustradas de saludo y felicitación (Pascua y Año Nuevo). Optimamente representadas se hablan éstas en la afición nacional de los "encintados", o sea, aquellas cartulinas y papeles impresas en oro o dibujadas,