Página:ECH 2985 18 - La iconografía y los tipos nacionales.djvu/4

Esta página ha sido corregida
- 4 -

peran la "cotona" (burda camiseta de tela de sacos) y los zapatos "calamorros" (tosco calzado de caña alta) indispensables en las labores de "rajos", "bolones" y "calicheras".

En el extremo opuesto del territorio hay que mencionar a los "puesteros" de las planicies pastoriles de Magallanes, ocupados en el pastoreo y la trasquila; usando botas engrasadas, manta de Castilla, pantalón de "bordón" (pana) y aludo sombrero flexible.

Hacia la zona central caben referencias a otras particularidades. Al exigno y llamativo "chamanto" lo reemplazan, tanto en las alturas cordilleranas como en la zona húmeda (del Bio Bio al sur), la manta de vicuña, el poncho tradicional de América, las botas cortas y el alón sombrero de lana basado en el tipo cordobés. Abundan las botas largas muy adornadas y flexibles cubriendo casi toda la pierna; y, del Cachapoal al Maule, suele usarse el bonete o sombrero "maulino", en lana, con alas reducidas y la copa en punta como el catite. Son de uso general la "chupalla" (de filiación quechua) tejida, como un amplio sombrero, con las hojas de la bromeliácea de este nombre y un recio modelo (también afiliado al cordobés) de lana, con re- bordes y a veces bordadoras, bien llamado "guarapón" en América Meridional. En las romerías norteñas afloran ocasionales disfraces -dignos de generalizarse - en materia de caperusas, barretas, capacetes y casquetes, sin que ninguno haya obtenido la generalizacion.

Tan visible falta de cánones tradicionales en el vestir típico queda neutralizada en la incontenible inclinación al disfraz de que hace gala nuestras raza en las fiestas septembrinas, primaverales y navideñas, hasta el punto de clasificar esta afición como una modalidad nacional, aunque siempre supedita a la moda reinante a los usos extranjeros.

No podría, sin embargo, achacarse a la chilenidad una ausencia de imaginación en la galería de sus tipas característicos. El desfile no deja de ser espectacular, seleccionándose y personificándose algunas ejemplarizadoras figuras sociales de escabrosa clasificación, pero de una relativa variedad e ingenio.