los postreros momentos la "Despedida del Santuario". Alternando con otros números de danza y música se suceden los actos individuales como ser las muestras de expiación y penitencia, las promesas, las preces, los agradecimientos y ofrendas, las quejas y reclamos, los votos solemnes y la constante presentación de penitentes por los caporales.
En el contenido coreográfico reside la mayor originalidad de estos concursos, aunque la ausencia de reglas y regulaciones previas no logra, en cada caso, infringir el ancestral orden establecido. En el aspecto visioauditivo de los ejercicios reside el punto saliente y los rasgos determinantes del voto. Las filas de danzarines promueven avances o retrocesos modulados con una lentitud estudiada que se disgrega en efectos de balance y ondulación de la maá rigurosa uniformidad y disciplina individual; y, confirmando la absoluta fusión del cariz visual y el efecto