(bardos cantores que competían en lides poéticas) y a las "cantoras" que bien podían ser tonadilleras o bailarinas. Cerca de los mercados ambulaban los "puestas", los "ciegos cantores", los suerteros y diversos lisiados e inválidos "rengueando" (renqueando) al lado de los mendigos. En los "reñideros" se enfrentaban los apostadores con los "galleros" observando y aplaudiendo las "tocadas" de las aves contrincantes.
Durante el Coloniaje los espectáculos teatrales y circenses sólo se conocían en privado, repelidos a proscenios e instalaciones someras y con iluminación de velas de sebo. Los escasos ejercicios y pruebas se verificaban en estrechas "canchas" donde actuaban los "maromeros" (volatineros).
En el relativo ajetreo urbano que podía observarse en las inmediaciones de las "recobas", apenas se contaban