figura (palabra que en la zona austral del país se pronuncia fiura) del Trauco está propagada en el país hasta donde se extiende el espeso bosque virgen, cuya personificación es, al menos en cuanto a los elementos de terror y espanto que contiene. En Valdivia se lo imaginan como un hombre viejo con apariencia de niño. En Castro es considerado como un ser deforme, especie de sátiro, al que se parece, si no en la figura, en la lubricidad, "¡Cuidado con el Traucol!", y, dicen las madres a sus hijas cuando las envían a la compra, lejos de su casa, y con el Trauco se disculpen siempre que les ocurre alguna novedad, de esas que no pueden quedar ocultas. Estas dos informaciones las proporciona Julio Vicuña Cifuentes, en "Mitos y Superticiones"•
Alejandro Cañas agrega en su "Vocabulario de la Lengua Veliche" que el Trauco es un ser imaginario en figura de hombre, pero enano y contrahecho y que vive en los bosques. Viste de la quilineja y de otras plantas filamentosas. Loa habitantes de las islas orientales del archipiélago se lo imaginan como brujo y capaz de producir enfermedades en los niños y aún en los adultos. En las islas de Cahuach, Apiao, Alao y Chaulinec, en donde la creencia del Trauco es general