mado por el mismo individuo un dia viernes, o un dientecillo de ajo (planta que inspira horror a los brujos). Si el daño ya se ha producido, el paciente deberá buscar de inmediato una gallina negra que no haya conocido gallo, para humedecer con su sangre la parte afectada por el mal. Aplicado a tiempo, este remedio sería infalible.
Si se recela que un brujo esté escuchando lo que se conversa, debe decirse:
Martes hoy, martes mañana,
Martes toda la semana.
La eficiencia de la fórmula provendría de que los brujos serían sordos los dias martes: al pronunciarla, lo quedarán por el resto de la semana.
A pesar de su poder, los brujos son pobres, pues sólo pueden llevar consigo 2 reales (25 cts.), y sus servicios no son remunerados con mayor cantidad.
Ellos custodian los entierros, que pasan a pertenecer después de un año a los brujos si no han sido recuperados por otros. Se encarga de su custodia a uno de ellos, en quien se produce cierto desdoblamiento de la personalidad: una parte