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general concordia entre los partidos políticos para la elección, entregó a su mesa todas las facultades que podía competirle en orden a la fijación de cuotas, designación de personas, etc.". La Junta Central en Mayo de 1930 aprobó totalmente la actuación del Presidente relativa a la renovación del Congreso, y en Junio de aquel año reeligió al señor Ríos. Aquel Congreso fué el llamado "Congreso Termal", que habría de ser disuelto posteriormente.

A la caída del Gobierno de Ibañez se produjeron en el Partido Radical incidentes de gravedad, haciéndose violentos cargos a quienes habían cooperado con él. En especial, los ataques fueron dirigidos en contra de don Juán Antonio Ríos, a quien, casi sin ser oído, se expulsó del Partido juntamente con otros dirigentes. Igualmente se ordenó a los parlamentarios radicales que habían sido elegidos en el arbitraje, que hicieran dejación de sus cargos.

En 1931 realizó el Partido una Convención extraordinaria que habría de tener una importancia doctrinaria esencial, señalando rumbos al radicalismo chileno. En ella, acentuando rasgos que se venían señalando desde tiempo atrás, y en especial desde la Convención de 1906, se dió al partido una orientación de definido caracter socialista y de reconocimiento de la lucha de clases, encarnando así los intereses y postulados de las clases asalariadas. El acuerdo adoptado por la Convención sobre este particular, dice textualmente: "El actual régimen capitalista, apoyada fundamentalmente en la propiedad privada, ha hecho crisis; el principio individualista debe ser reemplazado por el de solidaridad social; siendo una realidad la lucha de clases, el Partido Radical está de parte de las clases asalariadas en cuanto pretenden la reivindicación de sus derechos sociales; que la plena libertad no existe mientras no se posea la independencia económica que repudia como medio para el cambio de régimen a que marcha la humanidad, toda clase de dictaduras, sean militares, capitalistas o proletarias". El acuerdo de la Convención de 1931 que acabamos de transcribir, causó revuelo en los circuitos políticos del país, incluso dentro de las mismas filas del radicalismo ya que, por tratarse de un partido que había nacido y hecho su historia encarnando los ideales de la clase media, existían naturalmente sectores dispares con el voto aprobado. (Véase Partido Liberal)