todo el país y nadie se conformaba con su negativa. Sus partidarios organizaron un gran banquete el 6 de Enero de 1861, en el que se insistió en su candidatura y se aclamó en forma delirante a su persona. Por los mismos días se formó un Comité para los trabajos electorales, que quedó formado por los señores Domingo Matte, Manuel José Balmaceda, José Manuel Guzmán y Manuel Alcalde. Don Antonio Varas insistió en su negativa y como se pretendiera elegirlo aun sin su consentimiento, expresó que en tal caso se expatriaría de Chile.
Hubo, pues, el Partido Nacional de resignarse a desistir de la candidatura Varas y desde ese momento empezó a estudiar otra solución.
En Marzo de 1861 se realizaron elecciones parlamentarias y en ellas el Partido Nacional obtuvo un resonante éxito y puede decirse que triunfaron sin lucha en todo el país, obteniendo la mayoría de ambas Cámaras.
El problema presidencial fué resuelto por el Partido Nacional con la candidatura de don José Joaquín Pérez. Fué propuesta por don Manuel Montt y por don Antonio Varas, por considerar que era la más apropiada para obtener el apaciguamiento que se buscaba. El Directorio del Partido Nacional, reunido can fecha 2 de Abril de 1861, en casa de don José Manuel Guzmán, aceptó esta proposición y proclamó la candidatura del señor Pérez.
Don José Joaquín Pérez fué elegido Presidente de la República, sin lucha y con el apoyo expreso de un connotado grupo de liberales opositores. Inició su Gobierno el día 18 de Setiembre de 1861.
Consecuente con las razones políticas que habían prohijado su candidatura, Pérez trató de producir armonía y su primer Gabinete, presidido por don Manuel Alcalde Velasco fué de conciliación y trató de representar a todas las tendencias. Dentro de los mismos propósitos, fué promulgada el 18 de Octubre una ley de amnistía.
Sin embargo, el Partido Nacional no se conformaba a que el poder escapara de sus manos; y a poco andar se manifestó en desacuerdo con el Gabinete. En especial, se produjeron dentro del Congreso, en el cual los Nacionales tenían abrumadora mayoría, dificultades con el Ministro de Hacienda don Manuel Rengifo Vial. Hubo también serias dificultades en la provisión de los empleos públicos, pues mientras liberales y conservadores querían también participar en ellos, los nacionales se sentían amagados cada vez que un cargo era ocupado por algún miembro de otro partido. Se produjo también un distanciamiento entre el Presidente Pérez y don Manuel Montt.