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No tiene un contenido doctrinario preciso la nueva combinación política. En sus declaraciones públicas se limitó a condensar los puntos básicos de la oposición de aquella época, tales como defensa de las libertades públicas, protección a las clases desvalidas, etc. Su verdadero y esencial objetivo era el apoyo a la candidatura presidencial del señor Ibañez, por considerar que las cualidades personales del ex Mandatario podrían significar la solución del problema político chileno. Se quiso también evitar que su candidatura apareciera apoyada substancial o exclusivamente por el Partido Nacista, por las resistencias que los métodos y principios de esta colectividad, despertaba en muchos sectores.

Como era de esperarlo, la campaña electoral de la Alianza Popular Libertadora se desarrolló en un ambiente tenso, agitado y bulliciosos. Aparecían como cabezas directivas los señores Jorge Gonzalez Von Marees, Ricardo Latcham, Tobías Barros y otros, que realizaban una intensa y efectiva labor proselitista. Por otra parte, se hablaba con insistencia del apoyo militar con que contaría la candidatura de Ibañez; y se temía, en todos los bandos adversarios, que de un momento a otro estallara un movimiento revolucionario para colocar en el Gobierno, sin elecciones, al señor Ibañez y a la Alianza Popular Libertadora.

El 4 de Setiembre de aquel año, la Alianza Popular celebró un comicio público con el objeto de proclamar la candidatura del señor Ibañez y conmemorar el aniversario del movimiento militar de Setiembre de 1924, que había derrocado al Presidente Alessandri en su anterior Gobierno. Fué denominado "Marcha de la Victoria" y acudieron a participar en él no sólo militantes de Santiago, sino también gran cantidad de representantes de las provincias, especialmente elementos jóvenes y miembros del Partido Nacista. En un principio, nadie atribuyó importancia a esta concentración-desfile, por considerarse extraordinariamente difícil que el señor Ibañez y la Alianza Popular Libertadora pudieran contar con movimiertos de masas. Pero cuando se vió desfilar por la Avenida Matta y por el Parque Cousiño una inmensa multitud, llena de entusiasmo casi fanático, impetuosa y amenazante, empezó a cundir en Santiago un sentimiento de alarma. Los discursos que se pronunciaron en el acto, que contó naturalmente con la presencia del candidato señor Ibañez, fueren violentísimos