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STELLA sl —Todo está muy bien... pero el acohol?.., —Era la plaga; hoy se han promulgado

leyes tan severas que se va extirpando... En cambio el robo no se conoce por allá. No hay pleitos; los jueces son simples árbitros que cada uno nombra para que arregle sus dife. rencias... Su profesión allí, De. vasí inútil, agregó sonriendo.

—Son protestantes, no es verdad? preguntó Dolores con su voz seráfica,

—Sí, querida Dolores; pero han quedado tantos restos del antiguo catolicismo! Feste- jan 4 San Juan el 24 de Junio, lo mismo que nosotros. Cómo le gustarían ciertas fiestas religiosas! Amanece toda la ciudad ador- hada, cada casa con una portada y guir naldas de follaje, y delante de su puerta uva aitombra de verdura, con fores que forman estrellas, medias lanas, arabescos, preciosos mosaicos que embalsaman el aire.

Todo esto era tan curioso para los viejos y para los jóvenes, contarlo con tanta gracia y colorido por Alejandra, que se seguían las" preguntas unas tras otras, mientras Alberto iba descubriendo nuevos encantos en su bo- ca, en sus ojos, en sus gestos, en su sonrisa, en las ricas notas de su voz, que se hacía más grave y más profunda cuando describía la vida de los séres y delas cosas desu tierra natal.

Emilio, silencioso y preocupado, aprove- chó una pausa para decir:





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