STELLA. ams
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El viejo break de la estación se detuvo una tarde espléndida de Abril delante de la tranquera del «Ombú»; de él bajó una j ven rubia en traje de viaje, que sola entró 4 la estancia.
Era Alejandra Fussller que llegaba de su país, en busca de su hermana.
Había estado á visitarla en su tumba, que encontró cubierta de fores silvestres y flores de estufa, y venía ahora á visitar la vieja estancia: la casa parecida «á la que nació
mamá»
El semblante de Alex había recobrado su frescura pero no su expresión: en él apare- cían el desaliento y la melancolía,
Recorrió palmo á palmo, como Máximo lo había recorrido, ese rincón de los recuerdos; se sorprendió de encontrarlo abandonado, se impresionó hondamente, sus lágrimas co- rrieron..... Y como lo había hecho también Máximo, se encaminó hacia el mar.
Absorbida en sus pensamientos no se ha= bía dado cuenta que estaba ya muy cerca de la playa; se lo advirtió un gran tronco que servía de puente en una zanja, que ella