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llena y abierta, la voz con que hablaba + Alex en el Ombú, le dijo:
—Esta palabra me lo revela por entero Un hombre que á los veintiocho años, cor quince millones, uu nombre distinguido, y una liada figura; sin decepciones ni sombras en el alma, quiere ser algo para merecer í la mujer amada, merece ser amado aunque esa mujer lleve el nombre soberano de Ale jandra. Vaya, conquístela.... y hágala su ya si puede, mai querido amigo.
Y se separaron, estrechándose la mano esos dos hombres de la raza de los que lla maba el mayordomo de la Atalaya «gentle man, por dentro y por fuera».
Llegó Máximo el domingo 4 lo de su her mana Carmen, encontrando reunidas á la señoras y niñas en el hall. Una alusión, algo trajo la conversación sobre la ausente. Má ximo saltó, y habló cómo él sabía. Y fm cruel, porque no calló nada; porque clara 3 brutalmente dejó caer sobre ellas la verdad La madre de Enrique se aterró, se aterraror las hermanas; bajaron todas la cabeza al co nocer la conducta de abnegación salvador: de Alex, sus negativas 4 las solicitacione: reiteradas de Montero.
Desde entonces no volvió 4 mirar jamás 4 su hermana Micaela, ni 4 su sobrino En rique,
Un buen día tomó el tren y se fué 4 la es tancia
