Página:Duayen Stella.djvu/459

Esta página no ha sido corregida

STELLA 458 Máximo permaneció clavado en el mismo , en la ofuscación y en la obscuridad. ... Luego sus recuerdos despertaron tumultuo- sos y en un segundo recorrió su vida desde hacía un año: la vivió nuevamente hora por hora, minuto por minuto, sintió lo que había sentido, pensó lo que había pensado, com- prendió movimientos de su alma y mudan- zas en sus impresiones que antes no com- preudiera; analizó su agonía de ese instante; y, como aquel rayo que los ojos de Alejandra vieron caer sobre el árbol de su bosque, lo fulminó la evidencia de su pasión,



XXIV

Másimo, al llegar al hotel media hora después, dijo 4 Alberto, el gerente: <A todo aquel que pregunte por mí, dirá usted que estoy en la estancia, salvo al señor Felipe Suárez que debe venir mañana. El «Cap Ortegal» anuncia su salida para el viernes; hay poca agua y demorará seguramente, Cuando sepa usted con exactitud que baya zarpado, me lo hace avisar».

Entró á su departamento, dió 4 Cándido sus órdenes, murmuró: «me he jugado», se acostó, y obedeciendo 4 su vieja costumbre de dormir pesares, tomó un narcótico y dur- mió con exceso, ese sueño artificial que se pa- rece á la muerte.

Alla una del día siguiente, el criado intro-