30 STELLA
forma: la forma de una ave negra de mal presagio, que se hubiera cernido todo ese día sobre sus cabezas, persiguiéndolos com un graznido fatídico. Como un alucinado veíala ahí, antes sus ojos, todavía revolotear...
Se levantó viento, un viento tranquilo y frío... Los árboles empezaron á murmurar, y 4 murmurar más lejos el mar... Todos esos murmullos parecíanle smiestros repitic?> do la misma cosa... Su pensamiento que- dóse suspendido como por un hechizo en-el momento más risueño de la festa; cuando Alex presidiendo el festín de miños, habíase puesto de pie. Veíala abrir los labios para decir su sencillo brindis, tan lindo y tan sen- timental, y con su gracia suprema, levantar la copa y beber por él. Comparábala, como la comparó entonces que la tenía allado' con sus hojas de hiedra y su cuello desnudo, con sus ojos brillantes y sus rosas, á una castísima bacante
La sucesión de sus pensamientos “lo llevó hasta el momento fatal en que la vió herida allí por él. Volvió á vivir aquel minuto de ausiedad horrible en que sólo vió la sangre. Y todo lo que siguió pensando lo agobió nuevamente, y cayó en el estupor.
En medio de ese silencio al que arrallaba el canto lento y monótono de las hojas, co- mo un grito destemplado que interrumpiera una oración tánebre, voces chillonas y car- cajadas groseras, llegaron desde el camino,
