STELLA sr estrechó contra su pecho, y me contó una conmovedora historia de amor, que era la mía. .. Federico, después de confesarme su cariño, tuvo un escrúpulo, Conocia la debili- dad de su salud, y quiso cerciorarse de su verdadero estado antes de ligarme 4 él, Fué ese mismo día ver 4 un médico amigo, y le exigió la verdad. Salió sabiendo que estaba vencido porla tuberculosis, No vaciló enton- ces; vió el peligro para mí de un contagio, mais jóvenes años condenados 4 permanecer amarrados á un lecho de enfermo, y se ale- Jó ... Antes de partir había mándado buscar 4 papá, y encerrados en la sala de un hotel, de hombre 4 hombre, sin ocultarse el uno al otro la realidad, convinieron, —tellos dos, que- ridos míos! —en ocultármela 4 mí cuidadosa- mente... No quiso escribirme antes ni después, porque conociendo toda su seducción, te que la correspondencia profundizara en mi corazón las raíces de un amor destinado 4 morir en su flor. Quería, el muy noble, que yo creyese en una traición, en una de esas acciones, que aunque la sociedad las absuel- va, también envilecen 4 los hombres, para que así, desencantada, lo olvidase sin sufrir.
La voz de Alex se bajaba, se bajaba; sus ojos se empañaban. Máximo, con las cejas juntas, miraba el mar,
Desde la proa les llegaban las exclamacio- nes de los niños, que encantados oían al bar- quero declamar con énfasis versos en italia-