STELLA ar «Vincitor», avanza. ...:u0¡8e ueda atrás Vuelve á acercarse picaa, se levanta, vuelve á quedarse nuevamente atrás. el Jockey vacila, ¡se va á caer!.....:10, era una estratagema del ducho Tomás... se pone á la par...... avanza... . avanza. pasa 4 todos los demás...... ninguno le al- canza ya ....un paso, un paso más... «¡Ya estál» Y su pequeño grito le anuncia el triwa- lo, mezclado al formidable grito de la mul- titud.
Nil, todo entregado á mirar 4 Alejandra, ni los otros absorbidos por la carrera, se fja- ron en Isabel, que no había perdido de vista á Montero, Una expresión de dureza habíase fjado en su cara, la expresión de los malos días de la madre, que hacía asemejarse su perfil, de líneas tan correctas, á un perfl de vieja medalla romana.
Una confusión de voces y de ruido desillas al moverse, sucedía al silencio anhelante y 4 las aclamaciones. La concurrencia del palco desparramábase por los jardines convertidos en salón mundano.
Montana tuvo la misma intención de Mon- tero y Espiuosa, y como estaba más cerca lo hizo primero: ofteció á Alejandra su brazo.
Máximo adivinó una contrariedad enco- osa, en Clarita, quelo divertía.
—«¡Que espléndida mamál» insinnó un bro- mista, ó un mal intencionado, á la muchacha, que contuvo una impertinencia.