STELLA 105 po que llegaban de la calle Carlos y Lin La conversación se hizo general
—Me he demorado en el Círculo porque deseaba ver el resultado de un asalto, entró ¡ciendo ua momento después Alberto, que como los otros, había quedado en reunirse 4 la hora del té, para charlar con el reción He- gado.
—Entre quiénes, ché? interrogó Carlos.
—Entre Pini y Pancho Beazley. Pini es muy elástico, pero Pancho es admirable como. precisión y tranquilidad
—Por qué mo se habrá casado Beazley?— preguntó casi para sí misma, dos minutos después, misia Carmen, en quien, desde que tenía hijas, el matrimonio era una obcesión.
—Porque como yo.:ha adoptado el oficio de solterón, respondió muy ligero Máximo, al que solo la mención del sacramento hacía
ares,
estremecer.
En medio de la risa general, Ava María co- rrió á sentarse en el brazo del sillón del tío, diciéndole:
—Qué viejo estás!... .tienes quinientas ca- nas más que en el otro viaje. Y, espera, espe- ra. ....una, dos, tres en el bigote... Es nece- sario que te apures á casarte, aunque más no sea para complacer á Micaela, que lo des=a tanto!
El, que sabía hasta donde Micaela temía tal acontecimiento, soltó una carcajada tan so- nora que contagió nuevamente á los otros.
