Página:Dramas de Guillermo Shakspeare - Volumen 2 (1883).pdf/45

Esta página ha sido corregida
35
JULIO CÉSAR

obtener una tintura, una gota, un residuo.—He ahí lo que significa el sueño de Calfurnia.

César.—Habéis dado así una buena explicación.

Decio.—Mejor la encontraréis cuando hayáis oído lo que aún tengo que decir. Sabedlo ahora: el Senado ha resuelto dar hoy al poderoso César una corona. Si enviáis á decir que no iréis, podrían acaso variar de intento.—Además, sería un sarcasmo posible que alguno dijera: «Disolved el Senado hasta nueva ocasión, cuando la esposa de César tenga mejores sueños.» Si César se oculta ¿no susurrarán entre ellos «César tiene miedo?» Perdonadme, César; pero mi amor, mi profundo amor por vuestros actos me impele á decíroslo, y siempre mi razón ha sido dócil á mis afectos.

César.—¡Qué pueriles aparecen ahora tus temores, Calfurnia! Me avergüenzo de haber cedido ante ellos. Dame mi manto porque voy á ir. (Entran Publio, Bruto, Ligario, Metelio, Casca, Trebonio y Cinna.)—Y he aquí á Publio que viene á conducirme.

Publio.—Buenos días, César.

César.—Bienvenido, Publio. ¡Qué! ¿También habéis madrugado, Bruto? Buenos días, Casca.—Cayo Ligario, César nunca fué tan enemigo vuestro como esa fiebre que os trae tan extenuado.—¿Qué hora es?

Bruto.—César, han dado las ocho.

César.—Gracias por vuestra solicitud y cortesía. (Entra Antonio).—Ved: Antonio, á pesar de que se divierte hasta tarde en la noche, está en pié. Buenos días, Antonio.

Antonio.—Así los tenga el muy noble César.

César.—Invítalos á prepararse allá dentro. Hago mal en hacerme esperar así. Al momento, Cinna. Al momento, Metelio. ¡Qué! Trebonio, tengo en reserva para vos una hora de conversación. Acordaos de visitarme hoy. Colocaos cerca de mí para que lo recuerde.

Trebonio.—Lo haré, César (aparte), y tan cerca,