Página:Dramas de Guillermo Shakespeare.djvu/391

Esta página ha sido validada
363
O T E L O.
DESDÉMONA.

Mi aparente alegría oculta honda tristeza. ¿Qué dirias de mí, si tuvieras que alabarme?

YAGO.

Por más vueltas que doy al magin, con nada atino. Parece que mi ingenio se me escapa como liga de frisa. Hé aquí por fin el parto de mi musa. «Si es blanca y rubia, su hermosura engendrará placer de que ella sabiamente participe.»

DESDÉMONA.

No dices mal. ¿Y si es morena y discreta?

YAGO.

Si es discreta y morena, puede estar segura de hechizar á algun blanco.

DESDÉMONA.

¡Mal, mal!

EMILIA.

¿Y si es necia y hermosa?

YAGO.

Nunca la hermosa fué necia, porque no hay ninguna tan necia que no llegue á casarse.

DESDÉMONA.

Chistes de mal gusto, frias agudezas de taberna. ¿Qué elogio podrás hacer de la que es necia y fea?

YAGO.

«Ninguna hay tan necia ni tan fea que al cabo no logre ser amada.»

DESDÉMONA.

¡Oh ignorante! El mayor elogio para quien menos