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OTELO.
YAGO.
Ea, caballero Rodrigo: aqui, à pie firme, os espero.
OTELO,
Envainad esos aceros virgenes, porque el rocio de la noche podria violarlos. Venerable anciano, vuestros años me vencen más que vuestra espada.
![](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/7/78/Dramas_de_Guillermo_Shakespeare_%28page_367_crop%29.jpg/330px-Dramas_de_Guillermo_Shakespeare_%28page_367_crop%29.jpg)
BRABANCIO.
¡Infame ladron! ¿Donde tienes á mi hija? ¿Con qué hechizos le has perturbado el juicio? Porque si no la hubieras hechizado con artes diabòlicas, como seria posible que una niña tan hermosa y tan querida y tan sosegada, que ha despreciado los más ventajosos casamientos de la ciudad, hubiera abandonado la casa de su padre, atropellando mis canas y su honra, y siendo ludibrío universal, para ir a entregarse à un asqueroso monstruo como tú, afrenta del linaje humano, y cuya vista no produce deleite sino horror?