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Y JULIETA.
ROMEO.

Basta, Mercutio. No prosigas en esa charla impertinente.

MERCUTIO.

De sueños voy hablando, fantasmas de la imaginacion dormida, que en su vuelo excede la ligereza de los aires, y es más mudable que el viento.

BENVOLIO.

Tú si que estás arrojando viento y humo por esa boca. Ya nos espera la cena, y no es cosa de llegar tarde.

ROMEO.

Demasiado temprano llegareis. Témome que las estrellas están de mal talante, y que mi mala suerte va á empezarse en este banquete, hasta que llegue la negra muerte á cortar esta inútil existencia. Pero en fin, el piloto de mi nave sabrá guiarla. Adelante, amigos mios.

BENVOLIO.

Á son de tambores.


ESCENA V.

Sala en casa de Capuleto.

MÚSICOS y CRIADOS.


CRIADO 1.º

¿Dónde anda Cacerola, que ni limpia un plato, ni nos ayuda en nada?

CRIADO 2.º

¡Qué pena me da ver la cortesía en tan pocas manos, y éstas sucias!