Página:Dramas de Guillermo Shakespeare.djvu/248

Esta página ha sido validada
226
ROMEO
ROMEO.

Dadme una tea. No quiero bailar. El que está á oscuras necesita luz.

MERCUTIO.

Nada de eso, Romeo; tienes que bailar.

ROMEO.

No por cierto. Vosotros llevais zapatos de baile, y yo estoy como tres en un zapato, sin poder moverme.

MERCUTIO.

Pídele sus alas al Amor, y con ellas te levantarás de la tierra.

ROMEO.

Sus flechas me han herido de tal modo, que ni siquiera sus plumas bastan para levantarme. Me ha atado de tal suerte, que no puedo pasar la raya de mis dolores. La pesadumbre me ahoga.

MERCUTIO.

No has debido cargar con tanto peso al amor, que es muy delicado.

ROMEO.

¡Delicado el amor! Antes duro y fuerte y punzante como el cardo.

MERCUTIO.

Si es duro, sé tú duro con él. Si te hiere, hiérele tú, y verás cómo se da por vencido. Dadme un antifaz para cubrir mi rostro. ¡Una máscara sobre otra máscara!

BENVOLIO.

Llamad á la puerta, y cuando estemos dentro, cada uno baile como pueda.