Honroso duelo merece, y yo me encargo de tributárselo.
Saldó como honrado sus cuentas con la muerte. ¡Dios le haya recibido en su seno!
(Que se presenta con la cabeza de Macbeth.) Ya eres rey. Mira la cabeza del tirano. Libres somos. La flor de tu reino te rodea, y yo en nombre de todos, seguro de que sus voces responderán á las mias, te aclamo rey de Escocia.
¡Salud al Rey de Escocia!
No pasará mucho tiempo sin que yo pague á todos lo que al afecto de todos debo. Nobles caballeros parientes mios, desde hoy sereis condes, los primeros que en Escocia ha habido. Luego haré que vuelvan á sus casas los que huyeron del hierro de los asesinos y de la tiranía de Macbeth, y de su diabólica mujer que, segun dicen, se ha suicidado. Estas cosas y cuantas sean justas haré con la ayuda de Dios. Os invito á asistir á mi coronacion en Escocia.