por la suerte, que me arrojaré á cualquier cosa, por vengarme del mundo.
Tan mala ha sido mi fortuna, que para mejorarla ó acabar de una vez, arriesgaré mi vida en cualquier lance.
Está bien. Banquo es enemigo vuestro.
Verdad, señor.
Y mio, á tal extremo que cada minuto de su vida es un tormento para mí. Yo podria sin cargo de conciencia deshacerme de él, pero tiene amigos que tambien lo son mios, y no quiero perderlos. Por eso acudo á vosotros, ya que hay poderosos motivos para que el golpe sea secreto.
Se hará vuestra voluntad, oh Rey.
Aunque perezcamos en la demanda.
Conozco vuestro denuedo. Pronto os diré en qué sitio habeis de emboscaros, y cuándo; porque esta misma noche ha de darse el golpe. Conviene que sea lejos de palacio, para alejar de mí toda sospecha. No dejeis indicio alguno del crimen. Le acompaña su hijo Fleancio, que me estorba tanto como su padre. Por consiguiente, matadle tambien. Quedaos solos. Volveré luego.
