Página:Don Segundo Sombra (1927).pdf/172

Esta página no ha sido corregida
— 170 —

— espéreme un momento que cuantito el patrón me despache vi a atenderlo.

Atónito ante aquella insolencia, el cabo no halló respuesta. El patrón, en cambio, maliciando un barullo, desordenaba con manos temblonas sus trastos, completamente olvidado de los pedidos que se le habían hecho.

—La fajita está allí decía mi padrino con paEse pañuelo floriao no... aquél otro negrito que tocó riciénciencia.

170— Sintiéndose bochornosamente olvidado, el cabo volvió por sus cabales:

—¡Si no viene por las güenas, lo vi a sacar por la juerza!

—¿Por la juerza?

Don Segundo pensó un rato, como si de pronto le hubieran propuesto hacer encastar mulas con gaviotas.

—¿Por la juerza? repitió revisando al cabo enclenque con su mirada de hombre fornido. Y luego pareciendo comprender:

—Güeno, vaya buscando los compañeros.

El cabo palideció sin dar seguimiento a una intención de paso.

Don Segundo arregló sin premura su paquete, salió, no sin despedirse del azareado bolichero, y