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"A gatas aguantó las ganas que tenía de echár"sele encima, ahí no más, y se agazapó más bajo en su escondrijo.

"Para esto el pajarraco, parao en una pata a la orillita mesma del agua, miraba pa'lao que iba a "salir el sol y quedó como dormido. Pero Dolores, que no largaba su frasquito, estaba sabiendo "lo que sucedería.

66 66 "En eso se asomó el sol y al flamenco le dió un desmayo, que lo tumbó panza arriba en el agua, "de donde al pronto quiso salir en la forma de 66 'un enano.

66 154"Dolores, que no aguardaba otra cosa, echó 'mano a la cintura, sacó el cuchillo, lo despatarró "de un empujón al monstruo, lo pisó en el cogote como ternero, y por fin hizo con él lo que debía hacer, pa que aquel bicho indino no anduviera más codiciando mujeres.

"C 66 66 "El enano salió gritando pa la selva, con las ve66 'rijas coloriando, y cuando Dolores jué a mirar el palacio, ya no quedaba sino una humadera y un tropel de mujercitas del grandor de un cha"rabón de quince días que venía corriendo en su "dirición.

"Dolores, que muy pronto reconoció a su mo"rochita del Paraná, se arrancó el manojo de plu-