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'bre y engañó la sed y, habiendo cobrao juerzas nuevas, empezó a buscar su caburé aunque sin mucha esperanza, porque no es éste un pájaro que naides haiga visto con el sol alto.

66 66 66 "Pobrecito Dolores, que no esperaba las penas que debía sufrir pa alcanzar su suerte. Ansina es el destino del hombre. Naides empezaría el camino si le mostraran lo que lo espera.

66 66 "En las mañanas claras, cuando él cambea de 'pago, mira un punto delante suyo y es como si "viera el fin de su andar, pero qué ha de ser, si en alcanzándolo el llano sigue por delante sin "mudanzas! Y así va el hombre, persiguiendo lo que alcanza con su vista, sin pensar en el desamparo que lo aguaita atrás de cada lomada.

"Tranco por tranco lo ampara una esperanza, que "es la cuarta que lo ayuda en los repechos para "ir caminando rumbo a su osamenta.

Pero ¿pa 66 qué hablar de cosas que no tienen remedio?

"El paisanito de mi cuento craiba conseguir su suerte con estirar la mano y graciah'a eso ven'ció seis días de penah' y de tormento. Muchas veces pensó golverse pero la recordaba a su mo"rocha del río y el amor lo tiraba p'atrás como lazo.

"Recién al sexto día, a eso de la oración, vido 66 15166 66