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"Poco a poco vah'a sentir que no tenés ya tra"za'e gente, sino de flamenco. Entonces te vo"lah'en frente'e la prenda y le decís estas otras "palabras: (Aquí güelta los secreteos).

"En seguida vah'a ver que la muchacha se que'da, cuanti más, de unas dos cuartas de altor. Entonces la soliviás pa trairla a esta isla, donde pa"sarán siete días antes que se ruempa el encanto.

"Ni bien concluyó de hablar esto, ya a la bruja 'querida de Añang, la sofrenó la muerte y el mons"truo sin pellejo jué güérfano.

"Cuando Dolores oyó el fin de aquel relato, comenzó a llorar de tal modo, que no parecía sino que se le iban a redetir los ojos.

66 66 "Compadecida, la vieja le dijo que ella sabía de brujerías y que lo ayudaría, dándole unas vir"tudes pa rescatar la prenda, que el hijo'el Dia"blo le había robao con tan malas leyes.

<— 147 "La vieja lo tomó al llorón de la mano y se lo "llevó a un aposento del fondo'e la casa.

66 66 66 "En el aposento había un almario, grande como un rancho, y de allí sacó la misia un arco de los que supieron usar los indios, unas cuantas flecha'envenenadas y un frasco con un agua blanca.

—"Y ¿qué vi a hacer yo, pobre disgraciao, con dijo Dolores estas tres nadas contra las -