Página:Don Segundo Sombra (1927).pdf/137

Esta página no ha sido corregida
— 135 —

ante las danzas paisanas, que querían ignorar, pero una alegría involuntaria era dueña de todos nosotros, pues sentíamos que aquella era la mímica de nuestros amores y contentos.

A mi vez fuí parte del cuadro con Don Segundo y mi elegida.

Era un gato con relación.

Cuando quedamos aislados en el silencio, deletrié claramente mis versos:

"Para venir a este baile puse un lucero de guía" "Porque supe que aquí estaba la prenda que yo quería." Por la derecha dimos una vuelta y zapateamos una mudanza. Quieto esperé la respuesta que vino sin tardar:

"De amores me estas hablando, yo de amores nada sé" "Pero si en amor sos sabio, se me hace que aprenderé".

A su vez tocó el turno a Don Segundo, que avanzó hacia su compañera retándola con firme voz de amenaza:

"Una, dos, tres, cuatro." "Si no me querés me mato." Concluída la vuelta, contestó con gran indife-